Con la llegada del buen tiempo, cambio de armario, llegan las prisas por vernos mejor y quitarnos ciertos kilos de más que hemos ido acumulando durante el año. Una de las consultas más frecuentes en esta época del año es la búsqueda de “dietas milagro” o “dietas extremas” que os prometan resultados rápidos con la “ley del mínimo esfuerzo“.

Me he encontrado con personas que buscan y me piden que les haga una dieta muy restrictiva durante un tiempo para bajar de peso rápido. Tal vez lo fácil sería, decirles que sí, hacerles la dieta, así bajan de peso y todos contentos. Pero no, NO PUEDO.  Cuando me niego a ello, lógicamente les doy las razones y justificaciones que me llevan a tomar esta decisión. Razones que también quiero compartir con todos vosotros. Así de esta manera, también puedo ayudar a todo aquel que lo necesite.

Escuchar la palabra “dieta” ya activa una serie de asociaciones tales como; restricción, prohibición, pasar hambre, comer aburrido siempre lo mismo… Por lo que en cierta manera, es lógico que queramos hacerlas el menor tiempo posible, es decir, cuanto más peso pierda y más rápido…mejor.

CÓMO IDENTIFICAR UNA DIETA MILAGRO


Son dietas que en general te prometen una gran pérdida de peso (3-4 kilos) en poco tiempo, con el mínimo esfuerzo (“Baja de 4-5 kilos en 1 semana sin pasar hambre“). También se caracterizan por eliminar un grupo concreto de alimentos (Ejemplos como la Dieta Dukan o Dieta cetogénica que eliminan los hidratos de carbono) o aquellas que potencian el consumo de un único alimento (Dieta de la piña, de la alcachofa…)

Son dietas dirigidas a la población general, es decir, NO son nada personalizadas. De hecho, no tenéis más que poner en internet su nombre y las encontrareis. La gran mayoría de ellas, por no decir todas, fomentan el consumo de ciertos productos o suplementos (multivitamínicos, infusiones diuréticas, drenantes o adelgazantes, batidos…) ¿Queréis depender de este tipo de productos?

¿Por qué yo como dietista – nutricionista y profesional sanitaria NO recomiendo ni recomendaré nunca este tipo de dietas?

1. PONEN EN RIESGO TU SALUD


Son dietas que comprometen vuestra salud tanto física como mental y emocional. Cuando alguien se plantea comenzar con una dieta de estas, antepone antes el alcanzar un peso concreto que su salud. “Me da igual el medio o método, solo me importa el fin” Una pena, porque para mí SALUD es mucho más que tener un peso concreto. Y para vosotros también lo debería ser.

Muchas veces se nos olvida que la alimentación NO son solo aporta calorías, aporta NUTRIENTES para que nuestro cuerpo, se encuentre bien, sano y fuerte. Después de estar durante tanto tiempo descuidando vuestro cuerpo no pretendáis que en dos días os responda bien (que este sano) y recupere todo. ¡Qué menos que cuidarlo! ¿No creéis?

¿Por qué ponen en riesgo nuestra salud física?

Son dietas que propician a tener déficit nutricionales. En la mayoría de ellas hay tal restricción calórica y de micro y macronutrientes (vitaminas, minerales, hidratos de carbono, grasas o proteínas) que puede condicionar mucho las necesidades del cuerpo, ya que un alimento concreto o un grupo de alimentos no cubren todas las necesidades de una persona.

No son ni equilibradas ni saludable

Con dietas tan restrictivas lo que al principio se movilizan son los niveles de agua. El peso que perdéis es principalmente agua y músculo. El exceso de grasa, que es lo verdaderamente compromete vuestro estado nutricional, no se moviliza con tanta facilidad. Por lo que, en estos casos, la bajada de peso NO es efectiva.

No es tanto el valor del peso perdido, sino la composición de ese peso perdido

¿Por qué ponen en riesgo nuestra salud mental y emocional?

Son dietas que inducen a desarrollar una “Mala relación con la comida”, ya que fomentan la restricción, el rechazo, la culpa, obsesión e incluso ansiedad por ciertos alimentos. En lugar, de enseñar a disfrutar de ellos con moderación.

¿A quién le gusta quitarse o prohibirse aquellos alimentos que les gustan? ¿A quién no le apetece poder disfrutar de un plato de pasta o arroz o legumbre o incluso una pizza? ¿No creéis que sería mejor  aprender a saber de qué manera consumir ciertos alimentos, las cantidades y el momento de hacerlo? Yo creo que es algo más realista y coherente.

2. BAJA ADHERENCIA


No se pueden llevar durante mucho tiempo yaque resultan muy aburridas, monótonas y difíciles de llevar. Todo ello os lleva a desear con más ansiedad y tal vez obsesión otro tipo de comidas. Si cada día coméis piña con pechuga, es normal que te presenten una pizza o una hamburguesa por delante y te resulte más difícil decir que no.

¿Por qué siento ansiedad o me apetece siempre más lo que “no es tan bueno”? Porque tal vez no sabes potenciar o disfrutar de lo que es bueno

3. NO ES COMPATIBLE CON EL ESTILO DE VIDA ACTUAL


Si decidís comenzar con una dieta milagro o muy restrictiva durante unas semanas, el día que tengáis una cena, comida fuera o viaje de ocio o trabajo (que la tendréis seguro) ¿Qué haréis? ¿Os llevareis vuestros batidos encima o por esos días dejarás la dieta de lado?¿Queréis ser el raro/a que siempre come diferente al resto? ¿Y si os vais de viaje con vuestros amigos o familia, dejareis de lado la dieta y ya si eso después volvéis?

¿No creéis que es mejor aprender, como el resto, a comer con moderación y no estar tan pendiente de lo que debéis o no debéis comer para así poder disfrutar como el resto del momento? ¡Eso es lo que quiero yo y eso es lo que creo que deberíais querer vosotros!

Hay que aceptar que nuestra vida está llena de eventualidades. Si nos excusamos en ellas…”nunca sería el momento para comenzar a cuidar vuestra alimentación” No hay que obviarlas sino aprender a vivir con ellas. Porque no me vais a negar, que muchas de ellas “nos dan vida” y la mayor parte de nosotros no queremos renunciar a ellas. Y tampoco hace falta renunciar, sino aprender a gestionarlas.

Yo lo que quiero es que trabajéis la conducta frente a este tipo de situaciones, que aprendáis a moderaros, a comer de una forma más saludable, pero sobre todo aprender a no comer por inercia, ni porque la situación te lleve a ello. Porqué entonces, no te sentiréis mal por ello

4. NO TE ENSEÑAN A COMER


Con este tipo de dietas no existe una educación alimentaria, simplemente, durante un tiempo tienes al cuerpo con una restricción alta en lugar de mejorar tus malos hábitos o conductas, que eres incapaz de renunciar en nuestro día a día.

No me sirve de nada ayudaros a conseguir vuestros objetivos de peso o estéticos sin trabajar y afianzar contigo el método que te permita conseguirlo y mantenerlo en el tiempo. ¿Por qué? Porque una vez consigáis vuestro objetivo, volveréis a vuestros hábitos anteriores y eso os llevará a sufrir el conocido “efecto rebote”

Cómo dietista nutricionista y profesional de la salud busco mejorar vuestra salud. Busco vuestra salud física con la mejora de tu composición corporal, pero también busco vuestra salud mental, emocional y social.

Mi consejo es que cambiéis la actitud con la cuál os enfrentas a este cambio, cómo muchas veces digo en mi consulta, que “cambiéis el chips”. 

No es solo hay que cambiar el tipo o la manera en la que consumimos ciertos alimentos, sino también la mentalidad y la conducta que implica el acto de comer

En conclusión…

Si tenéis algún objetivo a conseguir (bajar de peso, corregir alteraciones metabólicas, intolerancias…), imagino que también lo queréis mantener en el tiempo. Por lo que en lugar de centraros en ver si lo vais consiguiendo (controlar continuamente el peso…) centraros en afianzar bien el método que os va a permitir conseguirlo. Porque de ser así, la evolución de vuestro objetivo siempre irá en consecuencia.

¿Cómo podéis afianzar este método? Adaptando y aplicando las bases de una alimentación o estilo de vida saludable y equilibrado a tu vida diaria en función de tus necesidades, gustos o preferencias y hábitos. Tenéis que conseguir disfrutar del proceso dejando de lado las calorías.

Lo que debéis conseguir no es tanto una alimentación perfecta, sino una conducta sana que, indirectamente, os llevará a tener una alimentación y estilo de vida sano y equilibrado

Quizá  con ello no veréis los resultados de un día para otro, pero si con el tiempo. No solo perderéis peso, sino ganareis en salud física (energía, menos cansancio, mejores digestiones…) y en salud emocional (mejor estado anímico, vitalidad…)