El curry es uno de los condimentos que más se está utilizando hoy en día. ¿Lo habéis probado? Para mí, es uno de los condimentos básicos que nunca pueden faltar en mi despensa. Si queréis darle un toque de sabor más exótico a vuestras comidas, añadir curry. Queda muy bien con cualquier alimento; proteína animal (carne, pescado, marisco…), proteína vegetal (legumbres, tofu, tempeh, soja texturizada…), cereales (pasta, arroz…) incluso con las verduras.

¿Qué es el curry?


El curry, aunque no lo creáis, NO es una especia. Es una mezcla de especias, de las cuales pocos conocen su verdadera composición. El amarillo, tal vez sea el que más se utiliza. Ese color amarillo fuerte se lo da la cúrcuma, especia presente entre sus ingredientes. Pero en la cocina tailandesa, es más habitual encontrarte con otros tipos de curry cómo son el verde o el rojo, los cuales se caracterizan por su sabor picante.

Recetas de pollo al curry tenéis muchas. Pero para mí, esta es una de las mejores. La conocí gracias a una receta de Belén Canalejo (@Balamoda) y Jonathan Ruiz (@jrcamino) . He versionado su receta original y este ha sido el resultado.  Una receta diferente, sencilla y muy jugosa que os permitirá salir de la común y típica “pechuga a la plancha”. ¿Queréis saber cómo las he hecho?

INGREDIENTES (1-2 Raciones):


  • Pechuga de pollo
  • Yogur natural cremoso
  • 1 cebolla mediana
  • Curry
  • Perejil
  • Cúrcuma
  • Ajo en polvo
  • Pimentón picante
  • Pimienta negra
  • Sal
  • Aceite de oliva

PROCEDIMIENTO:


  1. Primero, poner a hervir la pechuga de pollo entera en agua caliente unos 15-20 minutos. Podéis añadir a el agua especias o utilizar un caldo de pollo para potenciar el sabor de la carne que vais a utilizar. Una vez esté hecha la pechuga, reservarla y dejar enfriar. De esta manera os resultará más fácil cortarla en tiras o desmigarla después.
  2. Limpiar y cortar en finas tiras la cebolla.
  3. En una sartén añadir la cebolla,  cubrirla con agua y dejar que se vayan cociendo a fuego alto (sin aceite). Ir jugando con el agua en función si la cebolla está más o menos hecha. Una vez este hecha, añadir el aceite de oliva y acabar de saltear a fuego alto la cebolla para que coja un color y sabor más tostado.
  4. Reservar la cebolla y dejarla enfriar.
  5. Añadir el yogur a un bol y combinar las especias al gusto. Siempre aconsejo ir probando la mezcla para controlar el sabor y quedaros con aquella combinación que os guste más.
  6. Mezclar el pollo desmigado y la cebolla pochada con el yogur y a emplatar!

Lo podéis tomar en caliente e incluso en frío en ensaladas, bocadillo o en tostada, como os muestro en las fotos de abajo. En la primera foto he acompañado el pollo con un salteado de espaguetis de calabacín, zanahoria y pasta integral con tomates cherry. En la segunda foto, lo he acompañado sobre una base de pan de centeno integral, hojas de lechuga y tomate en rodajas.

Creedme, es una de las mejores recetas que he hecho de curry.

 

¡Que aproveche!